Nos despedimos de esta temporada con un estupendo viaje a través de las islas griegas
Este año hemos elegido las islas Sarónicas, ya que estaban a una distancia del continente que nos permitian alejarnos los suficiente para recorrerlas en 7 de navegación
El día 5 de julio nos reunimos en el aeropuerto casi todos los componentes del grupo, los 4 que nos deplazábamos desde Granada y Ariadna que volaba desde Suiza. Al día siguiente lo haríamos con Luis, el capitán, que volaba desde Sevilla
El día 6 pudimos embarcar en el velero y zarpar desde el pueblo de Lavrio, al sur de Atenas, y desde allí hacía las islas Sarónicas, cerca del Peloponeso...Egina, Angistri, Poros, Moni...
En todas ellas nos dimos una vuelta para probar la gastronomía, pasear, hacer unas compras y saborear riquísimos helados, especialmente el de pistacho, ya que Egina es el punto de mayor producción mundial del pistacho y casi todo en la isla gira alrededor de este delicioso fruto seco
Por supuesto, no dejamos de comprar recuerdos y regalos para amigos y familia relacionados con el pistacho!
Durante los días que navegamos, pudimos bucear, nadar, saltar desde el velero, subir al mastil, dejarnos arrastrar por la corriente del velero, en fin, lo que se dice disfrutar del mar y de la navegación con nuestro súper capitán Luis, con el que cada año salimos a navegar
Después de 7 días navegando entre las islas, llegó el momento de volver a tierra. Una vez allí cenamos todos juntos para despedir a Luis que emprendía otro velero, esta vez con su familia, y nosotros tomamos rumbo a la capital, Atenas, donde pasaríamos un par de días conociendo la ciudad
En esos dos día nos acompañó un calor agobiante, que llevamos como pudimos buscando cafeterías y sitios donde poder estar las principales horas del día
A pesar de ello pudimos ver los rincones más importantres de la ciudad como la Acrópolis y el Partenon, subir a la colina de Filopapo, donde están las mejores vistas de la Acrópolis al atardecer, el barrio de Parka, a los pies de la Acrópolis, un pequeño y pintoresco oasis inmerso en el centro de la ciudad, un entramado de callejuelas y placitas que se entrmezclan formando un laberinto animado por el bullicio de los viandantes y comerciantes que sin duda merece la pena visitar
Y después de dos día en Atenas, llegó el momento de volver a casa, en nuestras retinas quedan los preciosos atardeceres, las charlas , los momentos de silencio y paz durante la navegación, los postureos para las fotos, las noches de tranquilidad en el mar, las risas y tantas, tantas cosas...Las fotos guardan una parte de esos recuerdos, que nos permitirán revivir este precioso viaje
Nos leemos en septiembre!!
Disfrutad de las vacaiones y del verano!!
Datos de la actividad